Desde el Sindicato de Músicos de la Provincia de Córdoba (pers. Gremial 546/62) y ante la reciente crisis sanitaria actual, denunciamos que nuestra actividad laboral se ve afectada al igual que la de millones de personas a lo largo de todo el país, es por esto que hemos tomado acciones para paliar la situación de las personas que más urgencias han tenido y que pertenecen al grupo de riesgo, que viven del dia a dia y hoy no saben cuándo podrán volver a las actividades y mucho menos cubrir sus necesidades más básicas.
Queda en evidencia ante esta situación sanitaria inédita, la realidad de precariedad en la que vivimos las personas que tenemos como único sustento económico la música. Es necesario recuperar derechos laborales y crear un régimen especial de trabajo, donde se pueda tener un registro de cuántas personas trabajan y en qué condiciones. También es necesario terminar con la lógica del éxito en la música y comprender que la gran mayoría vivimos, al igual que todas las personas trabajadoras del país, generando el sustento cotidiano, con la diferencia de estar invisibilizadxs ante los ojos del estado como grupo de riesgo laboral.
En la actual emergencia se ha logrado avanzar con un pequeño paliativo desde el Estado Nacional, el Provincial, y el INAMU – Instituto Nacional de la Música, pero la situación amerita otro tipo de rumbo en el futuro, con la participación de las organizaciones sindicales en el diseño de las políticas públicas y no solo el sector empresario para promover el trabajo en la música. Hay que pensar en “políticas culturales” de desarrollo de la música como industria y dejar de lado la “gestión cultural”, ya que solo beneficia a un solo sector, el empresario. Es la única solución a esta situación para salir de la desprotección en la que estamos inmersxs. Esto que vivimos masivamente hoy es lo que tiene que afrontar en épocas normales cualquier persona música cuando sufre una enfermedad y no puede generar ingresos, que no puede acceder a una obra social y que nunca podrá jubilarse de lo que ha hecho toda su vida.
Debemos decir que la solidaridad de las personas músicas de los cuerpos estables provinciales permitió crear un fondo solidario con el que se asistió económicamente a personas músicas autogestionadas más necesitadas (fondo al que también aportó la agencia Cultura.Cba), a pesar de no haber llegado aún a cerrar un acuerdo paritario, rechazando la pobre propuesta del gobierno provincial.
El presente nos obliga a asumir responsabilidades pero, sobretodo los que se beneficiaron con leyes y ordenanzas municipales durante décadas, deben, por una vez, empezar a “ganar un poco menos” y ajustar a la legalidad a sus trabajadores que ahora dicen querer y cuidar.
Nos sorprende que hablen por nosotros desde la cámara empresarial que está en proceso de formación, y que digan que quieren ayudarnos, cuando la realidad es que mal pagan, no pagan a los artistas o como en el cuarteto, los someten a precariedad laboral.
Queremos recuperar la dignidad de tener los mismos derechos que todas las personas trabajadoras registradas de la Argentina.
Sólo con organización y solidaridad, lograremos que el retorno de la música en vivo sea con dignidad.